Durante la edición de nuestra reciente obra, la traducción al ingles del manuscrito de Berlin de las Cien conclusiones de Pacheco, los editores y traductores (Jan Schäfer y Lois Spangler) se encontraron en el nombre de una treta vulgar con una palabra que no está presente en el Diccionario de la Real Academia y tras una búsqueda dieron con el posible origen canario de esa palabra, y así lo hacen constar en nota al pie de página.
Esto nos hizo reflexionar sobre el nombre de esta treta, ya conocida por los practicantes de la Destreza, y que a nosotros, quizá por vivir en el metaverso galego-portugués, no nos había llamado la atención. Se trata de la treta margullida. A nosotros la palabra margullida (y su variante mergullida) nos resultaba un sinónimo de zambullida, por lo que no le concedimos más importancia, pero resulta que margullida no es una palabra del acervo común del español, se encuentra en Canarias, donde está registrada por la Academia Canaria de la Lengua, y ocasionalmente en Extremadura y Andalucía. En gallego y portugués mergullar/mergulhar con la variante margullar/margulhar, son las palabras más habituales con las que se expresa la acción de sumergir o sumergirse, además de otras acepciones relacionadas con la agricultura.
Ahora viene la cuestión: ¿Porqué Pacheco utiliza esa palabra y no zambullida, que sería la forma más habitual en español?
Tenemos dos opciones, el ya apuntado origen canario de la palabra (ya que Pacheco vivió varios años en las Islas) o un posible origen galaico portugués de la treta.
Comenzamos buscando la presencia de esa palabra en los textos portugueses de Destreza de que disponemos, unicamente conseguimos localizar la margullida en el manuscrito de Coimbra, en la traducción directa de Cien conclusiones con la forma portuguesa de margulhida, sin embargo nos encontramos en ese mismo volumen con la presencia de la forma cambadella en sustitución de zambullida en la traducción del Modo Fácil y como çampulhida en la traducción de Diaz de Viedma. Aparece de nuevo en el Manuscrito da espada, en la herida número 34, con la forma sambulhida. No parece pues que, a lo que sabemos, sea una forma corriente en Destreza portuguesa.
Volviendo al origen canario también se plantea un problema, la forma margullar (con la variante margullir) esta documentada con el significado de sumergirse o zambullirse desde el siglo XIX pero no antes. Con el significado de operaciones relacionadas con el cultivo de la vid hay documentos ya desde 1554, numerosas palabras de origen gallego-portugués se emplean en Canarias desde antiguo en el campo de la viticultura, tanto técnicas como nombres de variedades de uvas, con el mismo significado que en gallego-portugués. Margullo como zambullida se puede documentar desde el siglo XVIII. No sería arriesgado aventurar que el significado de zambullir/sumergir ya estuviera presente también desde antes.
La primera vez que Pacheco utiliza este término de margullida es en Cien Conclusiones, (1608) en la conclusión 21, y así aparece en todas las versiones sucesivas de las Cien Conclusiones. Sin embargo en las primeras listas de tretas vulgares (las 18 contradicciones), también en esta obra, no aparece la zambullida o margullida, pero cuando esta lista se amplía hasta 30 en sucesivas versiones de las contradicciones, ya podemos encontrarla mencionada:
Contradicción 23 en Nacional y Oviedo: La defendida y por otros nombres la contra infieles, la çambullida y margullida.
Contradicción 22 en Historia: La çambullida, margullida, çampuzona o treta contra infieles.
En el manuscrito de Berlin aparece en la tabla al final como "19 La zambullida", en el texto solo se recogen las 18 primeras tretas vulgares.
En el Modo Fácil (1625a) en una lista de tretas vulgares (f.45v) aparece recogida la zambullida.
En el manuscrito Ferrara (1625) también se describe más extensamente esta treta con sus contras (f.28v)
En Nueva Ciencia (1625b) se menciona la çambullida en la p.177 y en las descripciones de las tretas vulgares, con el número 4, se describe extensamente en las p.587-9. Recibe también los nombres de margullida, campuzana, infernal, temeraria y contra infieles.
Pacheco en las Advertencias (1639) hace una enumeración de las tretas vulgares e incluye la çambullida (f.64v).
Diaz de Viedma en Método de enseñanza de Maestros (1639) menciona la çambullida en f.29r y en f.55v con espada y daga, en f.51r la describe y dice que él la hace y no la considera una treta vulgar.
Cristobal de Cala (1642) expone tres diferentes formas de hacer la çambullida en f.44v-46v.
Pérez de Mendoza en sus Principios (1672) enumera la zambullida como una de las tretas vulgares (p.84), y en el Resumen (1675) también la cita (f.33r, 63v).
Cruzado (1702) con el número 4 de las tretas vulgares la describe extensamente, así como sus contras, citando a Pacheco (p.8-12).
Lorenz de Rada en Nobleza de la espada (1705) en el tomo III en diversos lugares la menciona y llega a decir en III.360 "Se podrá hacer con seguridad aunque se haya tenido por treta falsa, es muy verdadera y segura la estocada zambullida." Aunque parece que Rada se refiere a una treta diferente a la que describen autores anteriores.
Ya en pleno siglo XVIII la encontramos mencionada en la traducción de la Encyclopedie (1791) aunque parece referirse a un tipo de estocada (segunda baja o bajo las armas) (p.513, 516, 520, 528).
Solo apuntaremos la posible relación con la Balansada portuguesa.
Y si todavía quieres saber algo más sobre esgrima vulgar, no dejes de consultar la página de Tim Rivera.